Orquestas en vivo o música grabada, grandes banquetes o simples buffets sobre una mesa, lo importante para hacer de una celebración un día especial en realidad es la actitud con la que se realiza. Es cierto que cuando se celebran bodas banquetes fastuosos sirven sobre todo para agasajar a los invitados y tratar de conseguir que se hable de la celebración durante semanas, algunas veces se incurren en gastos muy elevados para la pareja recién casada, que ya de por sí tiene que hacer frente a algunos gastos extraordinarios hasta conseguir estabilizar su vida matrimonial.
A todos nos gusta la alegría de las celebraciones de todo tipo, y quien pueda permitirse el pago de un banquete realmente no hace nada malo, pero lo que sí es perjudicial es esforzarse simplemente por aparentar e incurrir en un gasto excesivo, pues ese no es el mejor modo de comenzar un proyecto de vida en común. Tampoco es aconsejable hacerlo en otro tipo de celebraciones, pues sobre todo en estos tiempos de crisis la mayoría de nosotros no estamos para hacer muchos gastos ya de por sí, incurrir en gastos adicionales pueden convertirse en un verdadero problema para las familias.
Algunas veces es suficiente con reunirse alrededor de un simple refresco y acompañarlo de un plato de frutos secos o una sencilla tortilla en lugar de contratar la preparación de un fastuoso banquete. Es en esos casos en los que se puede apreciar quién realmente un amigo o solamente un estómago agradecido.
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