La elección de un zapato de bodas, es siempre una tarea muy difícil, casi tanto como elegir el traje. Es que sin lugar a dudas, el zapato que la persona elija llevar en este momento tan especial, debe ser sumamente cómodo, para poder evitar molestias durante la fiesta o la ceremonia. No sirve de nada tener zapatos incómodos super enormes al estilo Lady Gaga, si luego deberemos estar una hora parada frente al altar, sintiendo como se hinchan los pies, en lugar de disfrutar de lo mágico del momento.
Es por ello que habrá que cuidar los pies de la novia, los días previos al casamiento. Lo ideal es que la novia reciba tratamientos de relajación de pies, como masajes, pedicuria, etc. El secreto a la hora de colocarse los zapatos esta en llevar medias finas, puesto que evitan que se dañen los pies por el calzado, además de que facilita el desliz del pie por el zapato.
Una buena opción para no gastar demasiado en los zapatos, es reciclar los que ya tienes. Elige los que creas convenientes y luego ve a la casa mas cercana que tengas de zapatería para que los forren y así tener un par nuevo de zapatos, que ya sabemos como nos sientan al pie.
Para evitar contratiempos, es importante hacer esto con varias semanas de antelación a la boda, puesto que así os ahorrareis desagradables sorpresas.
En caso de que se decida comprar un par de zapatos nuevos, de diseño original habrá que pensar en andar de aquí para allá con ellos, (aunque lo mejor es hacerlo dentro de la casa, donde sabemos que no se mancharan ni estropearan con inclemencias del tiempo). Caminar varios horas con ellos es imprescindible para poder acostumbrar al pie.